De aprobarse la Reforma Fiscal, el sector minero tendría un impuesto de 7.5% sobre sus utilidades de producción; 0.5% más si explota oro, plata y platino.
En México, la minería da un claro ejemplo de explotación a los recursos naturales, a los trabajadores, a la tierra, al agua… Todo para el beneficio de unos cuantos. Y ahora que el Gobierno Federal incluyó un impuesto especial a esta actividad en su Reforma Fiscal —para aprovechar las ganancias o como impuesto verde—, una de las empresas más poderosas en el país sería la menos afectada.